viernes, 18 de abril de 2008

Humo sobre la ciudad

A veces es imposible no respirar un aire enrarecido como producto de un gran incendio que se sofocó a pocas cuadras de donde uno esta, entonces la garganta se irrita y se huele a materia que esta en sus últimos instantes de combustión. Otras veces el humo en forma de neblina corona los edificios más altos y en el llano apenas pueden vislumbrarse algunas figuras. Impresiona la ciudad con este aspecto inusitado. Tanto como cuando insólitamente invadió la neblina (ver http://allbuenosaires.blogspot.com/2007/06/la-niebla.html ) o la nieve (ver http://allbuenosaires.blogspot.com/2007/07/la-noche-de-la-nieve.html ) en el 2007, recientemente.
Por lo tanto es tan común hablar del humo como del calor en verano y el frío del invierno.


Quienes creen o fomentan las teorías conspirativas hablan de una venganza de la gente del campo en consonancia con las últimas medidas de fuerza tomadas o como una malévola forma de ejercer presión sobre Buenos Aires, en el marco de la reanudación de las negociaciones y a poco de vencerse la tregua. Pero esta hipótesis puede derribarse ante una cuestión trascendental. ¿Ya hemos llegado en la Argentina a la cúspide del crecimiento tecnológico de manera tal que es posible predecir la dirección del viento, como para mandar el intolerante humo a la máxima ciudad desde donde se supone emanan los peores males del país?
Otros llaman a las radios porteñas desde Rosario, por ejemplo, y manifiestan que en esta ciudad este fenómeno del humo es común, y como ahora toca las puertas de la ciudad capital, el acontecimiento no solo alcanzo dimensión nacional, sino internacional. Quienes viven en Buenos Aires recién se desayunan con esta historia.
Lo cierto es que los rumores acerca del origen y los responsables de este fenómeno son variados y numerosos. Que el fuego que se origina en el Delta del Paraná no cesa y que es intencional. Que es porque sirve para mejorar los campos para luego sembrar soja (esta planta parece ser única responsable de lo bueno y lo malo sin término medio).
Los medios de comunicación van al lugar, pero en vez de aclarar, parecen surgir todo tipo de conjeturas. Incluso se esta rastreando quienes son los dueños de los campos que se están quemando, es decir la acostumbrada búsqueda y condena mediática de los “culpables” de esta historia, que a esta altura podría superar el género del realismo mágico. Y todo regado con la música de misterio que aderezan los noticieros.
Mientras tanto los pronosticadores del servicio meteorológico tienen más solicitud en la televisión que las coyunturales estrellas de más ráting. También se habla de suspensión de clases y hasta de partidos de fútbol.

Otra realidad es que el mal humor persiste así como los dolores de cabeza, vómitos, el agua en la nariz, diarreas, mareos y resfríos. Incluso cualquier comportamiento o acontecimiento negativo se le achaca al humo.
Las especulaciones sobre cuando mermara este extraño fenómeno continúan. La visibilidad reducida y los accidentes a la orden. Los ómnibus no salen de Retiro, cortes totales de rutas y autopistas decretados por las autoridades, el puerto no recibe buques y el aeropuerto cierra por momentos. El humo se apodero de la ciudad y amplios sectores como si se tratase de algún castigo ejemplar.

Lo mas amargo es que los medios de comunicación y tal vez las autoridades comenzaron a prestar la suficiente atención a este fenómeno con los accidentes que produjeron muertos y heridos en la ruta nacional 9.

Imágenes de diario Clarín.

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