Las principales investigaciones de esta rama de la disciplina se realizan sobre barcos naufragados.
La práctica es bastante reciente en Argentina y algunos países sudamericanos.
Una de los casos más estudiados actualmente es el de la corbeta de guerra Swift, cuyo naufragio ocurrió en 1770 frente a las costas de Puerto Deseado, en la provincia de Santa Cruz, Argentina.
La práctica es bastante reciente en Argentina y algunos países sudamericanos.
Una de los casos más estudiados actualmente es el de la corbeta de guerra Swift, cuyo naufragio ocurrió en 1770 frente a las costas de Puerto Deseado, en la provincia de Santa Cruz, Argentina.
Pero investigar arqueológicamente un naufragio no implica rescatar tesoros perdidos, más bien es el estudio interdisciplinario de un evento que fue detenido abruptamente en tiempo y espacio. Abordarlo con la mayor cantidad de herramientas disponibles, entre ellos los documentos históricos escritos, es aprovechar la ocasión que se presenta y prodiga el fondo del mar. Es decir, que aunque la inmersión acuática puede ser el momento más excitante de una investigación de este tipo, el trabajo grueso se realiza en el laboratorio y las bibliotecas.
Es entonces que la reconstrucción del pasado mediante los objetos hallados sumado al aporte adicional de otras evidencias, puede revelar aspectos diferentes y discutibles a los divulgados por la historia oficial.
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