En el reciente libro “Caudillos Federales, el grito del interior” (Grupo Editorial Norma, 2008), su autor Pacho O´Donnell cita convenientemente una elaborada síntesis de Jorge Abelardo Ramos (el historiador militante nacionalista) acerca del origen e ideología de algunos actores de
“los ganaderos bonaerenses no eran sólo los primeros agentes del capitalismo agrario desarrollado por obra de la complementación económica entre nuestra pampa y los mercados exteriores. Aunque no descendían de los soldados de la conquista, sino de la inmigración española del siglo XVIII, eran productores directos de una mercancía arraigada a la tierra; de ahí sus costumbres vernáculas y su original psicología. Sin duda, Rosas era infinitamente más “criollo” que esos tenderos, contrabandistas y comerciantes de Buenos Aires. Extasiados por las novedades ultramarinas, los hijos de estos últimos estudiaban en Europa. A su regreso, soñaban con implantar en nuestras llanuras una sociedad que retratara en pequeño aquel universo luminosos y civilizado”
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