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infinitos matices
Además de la admiración por este cuidado de la calidad de vida (no tanto por los televisores, sino que se aprecia también la limpieza y la amplitud del ambiente) que tanto anhelamos los humanos, es inevitable la comparación con el ámbito en el que uno vive y se desarrolla; y entonces surge la enorme diferencia, desde la perspectiva del sentido común, con los colectivos de la ciudad de Buenos Aires, donde se pueden enumerar las siguientes deficiencias:
Por supuesto que pueden considerarse una lista más amplia de deficiencias en el transporte público urbano de la ciudad de Buenos Aires.
En este aspecto al menos, podría decirse que a pesar que vivimos en un mismo planeta, existen mundos diferentes, por lo que cabe una pregunta ¿Podremos navegar entre las constelaciones algún día, como para alcanzar esos mundos que parecen tan lejanos, como el de Hong Kong?
Aunque queda un consuelo…habría que ver como son las horas pico en los ómnibus de Hong Kong.
Estas y más fotos pueden verse en http://picasaweb.google.co.uk/sarcoale/HongKong/photo#5211360346983954210
Foto de Ale©
Habia que elegir al dios del comercio. Desde el trono del Olimpo, Zeus estudio a su familia. No tuvo que pensarlo mucho. Tenía que ser Hermes.
Zeus le regaló sandalias con alitas de oro y le encargó la promoción del intercambio mercantil, la firma de tratados y la salvaguarda de la libertad de comercio.
Hermes, que después, en Roma, se llamo Mercurio, fue elegido porque era el que mejor mentía. (Eduardo Galeano, Espejos. Siglo Veintiuno, 2008)
La foto es solo a efectos ilustrativos y no hace honor a la suculencia del relato
“…los moros establecidos en España, prescindiendo de las supersticiones de su Alcorán, adoptaron esta caza y arte, y lancean un toro en el campo…” Goya. “…toreo de los hispano-musulmanes. El toro herido de muerte acaba de descabalgar al jinete moro, quien le ha clavado una lanza que le atraviesa el vientre de parte a parte, y ha desventrado al caballo, cuyos intestinos cuelgan sobre la arena (para muestra: en una corrida lidiada en 1790 por Costillares, murieron veintisiete caballos de pica). Simétricamente, tres infantes lo hieren por el otro costado…” Exposición Goya y Dalí, Pabellón de las Artes de la UCA, 2007.
Aunque menos bárbaro que en el pasado, ese legado llega hasta la actualidad prevaleciendo en España, y con algunos ecos mas diluidos en México, Ecuador y Perú, que como antiguas colonias españolas, adoptaron una de las tantas costumbres peninsulares.
Las fotos en la Plaza de toros de la Maestranza, durante la Feria de Sevilla 2008, realizada en el mes de abril, fueron tomadas por Maria Victoria Márquez©, y no hacen mas que mostrar la parte de este espectáculo que puede exaltar a algunos españoles y a la curiosidad de los extranjeros: el brillo de la sangre, el desafío del toro y el torero con su arrogancia y sus colores.