Frente a la plaza Mitre, se halla la Catedral de San Isidro Labrador, establecido el edificio original en 1706 por Domingo de Acasusso, un capitán español comisionado Real para la costa norte de Buenos Aires, y de quien al parecer cuenta la leyenda que en un sueño se le apareció San Isidro Labrador y le ordeno levantar un templo en su honor. En el mismo lugar esta erigido el templo actual, de estilo neogótico construido entre 1895 y 1898.
Siguiendo por la calle Belgrano hacia el río, se puede llegar a la quinta Los Ombúes, antigua propiedad de Martín Thompson y su esposa Mariquita Sanchez de Thompson y Mendeville, donde se realizaban reuniones importantes para el país de la época. Mariquita no solo cantó el Himno Nacional Argentino por primera vez, también fue una mujer que según Federico Andahazi en el reciente libro “Pecar como Dios manda”, resulto “heroica” al rebelarse contra las normas matrimoniales de su tiempo, con el desplante que le hiciera a su prometido. Estamos hablando de la Buenos Aires colonial de principios de 1800.
Según Meme Castro el hecho significativo fue así: “…Antes de cumplir quince años se enamoro de su primo Martín Thompson y se comprometió contra la opinión de sus padres. Empecinada, se presentó al virrey Sobremonte para que dejase sin efecto los arreglos que había hecho la madre -el padre ya había muerto- para casarla con Diego del Arco. Cerca de un año después de iniciado el juicio, los enamorados obtuvieron la autorización y la boda se realizó el 29 de julio de 1805…”
Una reseña breve de su historia:
http://www.tyhturismo.com/data/destinos/argentina/san%20isidro/san%20isidro03.htm
Paseo de los Tres Ombúes, donde se respira historia independentista argentina; ya que según se cuenta acampó Liniers durante las invasiones inglesas y San Martín planificó sus ideas libertarias junto a Juan Martín de Pueyrredón, quien creó también un glorioso cuerpo de husares. Buena elección para paseo de fin de semana, a metros de la plaza de San Isidro.
El nombre de Luis Vernet, primer gobernador argentino de las Islas Malvinas, cobró notoriedad en la guerra de Malvinas de 1982 entre Argentina y el Reino Unido.
En este solar vivió y murió. Se trata de la Quinta La Porteña, aunque construida en 1965, se utilizaron planos de 1840.
La vista al Río de la Plata desde esta barranca es privilegiada, y el esfuerzo del municipio por preservar este rincón del barrio es notorio y valorable. Vale aclarar que se ofrecen visitas guiadas gratuitas.
Con el nombre de casualidad se puede designar a la coincidencia en tiempo y espacio de ciertos hechos relevantes y la propia presencia, lo cual no hace más que afirmar que la casualidad existe. El día de la visita a San Isidro y que se han tomado estas fotos, se manifestó un hecho meteorológico único en Buenos Aires. La presencia de dos tornados enfrentados, a metros del Río de la Plata. Lamentablemente no fueron registrados para este blog, ya que, para evitar inconvenientes, fue preferible emprender una digna retirada por si los mismos se decidían a emprender contra la ciudad. Por suerte no paso de una fuerte pero anecdótica tormenta.
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