El que conoce a los hombres es sabio.
Quien se conoce a sí mismo es un iluminado.
El que vence a los hombres tiene fuerza.
Quien se vence a sí mismo es poderoso.
Quien sabe contentarse es rico.
El que obra con vigor es voluntarioso.
El que no se desvía dura mucho.
Quien puede morir sin perecer tiene larga vida.
Tao Te Ching, Lao Tse
Acerca de esta última oración, vale aclarar que hace alusión a la longevidad, una de las “cinco fortunas” de los chinos. Las otras cuatro son la riqueza, la paz y serenidad, el amor por la virtud y un buen final para la vida.
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