La bombacha de campo está tan ligada al gaucho y a la pampa argentina, que aún hoy es la prenda tradicional del hombre de la campaña, desde el peón al estanciero. Sin embargo tiene un origen foráneo. Fue fabricada en Inglaterra, específicamente para abastecer al ejército turco en la Guerra de Crimea. Cuando esta finalizo, la libertad de comercio británica desvío hacia las costas del Río de la Plata la suficiente cantidad de bombachas como para que los gauchos la adopten, ya sea por su funcionalidad o por imposición. Lo cierto es que se trató de un éxito total teniendo en cuenta que la coerción de la publicidad casi no existía en los comienzos de la Revolución Industrial.
En esta fiesta patronal en la población de Villa Ruiz, cerca de Luján, provincia de Buenos Aires, a unos 80 kms.de la Capital Federal, donde aún se pueden disfrutar jineteadas, carreras de sortija, vasos de vino Toro Viejo a $ 2, pastelitos y excelentes choripanes; las bombachas ganan abrumadoramente frente a la urbanidad del pantalón de jean. Las hay de todo tipo, de corderoy, de gabardina, con diseños Príncipe de Gales, combinadas con alpargatas, botas o simplemente zapatos o zapatillas. El conjunto se completa con el imprescindible facón en la cintura.
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